miércoles, 3 de marzo de 2010

¿CON IVA O SIN IVA?

¿CON IVA O SIN IVA?

Vendedor.- ¿Cómo quiere la factura: con IVA o sin IVA?.
Comprador.- La duda ofende.
V.- Se lo propongo porque hay quien la prefiere con IVA
C.- Vamos ande.
V.- Se lo juro por mi madre.
C.- Me está vacilando.
V.- Si es mentira, que se presente aquí ahora mismo Hacienda y nos haga un chequeo.
C.- No provoque, a ver si la vamos a joder.
V.- Son cosas que se dicen
C.- Mal dichas. Imagine que se presenta.
V.- Calle, por Dios.
C.- ¿Le abono la compra en efectivo o con talón al portador?
V.- En efectivo, que deja menos huella
C.- Yo lo pregunto por si acaso, compréndalo.
V.- A quien le ofende ahora la duda es a mí.
C.- También es verdad.
V.- A ver si estamos a lo que estamos.
C.- Oiga, que yo defraudo a Hacienda como el que más.
V.- Eso está mejor.
C.- Después de evadir un par de impuestillos te fumas un cigarro y es como si acabaras de hacer el amor.
V.- Con personas como usted da gusto; en cambio hay otras de las que no te puedes fiar.
C.- Ya lo creo. A mi vecino, por ejemplo, la renta le sale a pagar, y aún así, declara.
V.- Tendrá mala conciencia y quiere purgar alguna culpa inconfesable.
C.- Un esquirol, es lo que es.
V.- ¡Y, qué manera de tirar el dinero, oiga!
C.- Eso digo yo. Con la de trampas que cabe hacer.
V.- Infinitas.
C.- Hombre, no sé si tantas, pero muchas, sí.
V.- Le digo yo que cojo ahora mismo una declaración de la renta y, si quiero, la vuelvo loca.
C.- Yo, antes no sabía, pero ahora entro en el programa PADRE y me pongo a meter y sacar cifras hasta que da lo que quiero.
V.- Es como todo en la vida. Al principio te acobardas, pero cuando coges soltura, hasta gusta.
C.- Cuando debe disfrutar usted de lo lindo es haciendo la declaración del IVA, ¿eh, pillín?.
V.- Calle, calle. Eso es para vivirlo.
C.- Me lo pinta de tal modo que estoy pensando en abrir un negocio para defraudar a tumba abierta.
V.- Lo mejor es si te pilla la inspección y cuando parece que está todo perdido, resulta que ha prescrito la deuda.
C.- Dígame: ¿Qué se siente en esos momentos?
V.- Un orgasmo en colores.
C.- Es usted total, amigo.
V.- Los impuestos no sirven para nada; se lo digo yo
C.- Según mi vecino, para pagar los servicios públicos, entre otras cosas.
V.- ¿Qué vecino, el de antes?.
C.- Sí, el que hace la declaración de la renta y paga lo que sale de verdad.
V.- Una cosa le voy a decir en confianza: tenga usted mucho cuidado con él. No es trigo limpio.
C.- Ya me parecía a mí.
V.- Se les cala rápido.
C.- Igual a partir de mañana, ni le saludo.
V.- Por si acaso.

Comprador y vendedor se despiden con un fuerte apretón de manos, cruzándose esas miradas de tipos listos que llenan de satisfacción personal.

No hay comentarios: