martes, 8 de octubre de 2024

 

PASÁRSELO BÁRBARO

-        Me voy a dar una vuelta, Sofi

-        ¿A estas horas, Juancar?

-        Acuérdate que me llaman El Campechano

-        ¿Y?

-        Que no hay mejor momento que la noche para ejercer la campechanía entre mis súbditos.

-        Ciudadanos.

-        Bueno, tú ya me entiendes.

-        Recuerda que mañana tienes que trabajar

-        ¿Trabajar?

-        Sí. Tienes que recibir a las 11, al orfeón del colegio Mater de Deus Amantísima.

-        ¿Y no puedes atenderlos tú, Sofi?

-        Qué cosas tienes, Juancar.

-        Estoy harto, pero harto, de tanto trabajo. ¿No tuvieron bastante con lo que curré el 23-F?

-        Te tengo dicho que no puedes venir todos los días a las tantas. Te vas quedar escuchimizado.

-        Es Sabino, que me tiene la agenda a tope. Todos los días hay un ay.

-        Bueno, bueno. Vete, pero a ver qué haces por ahí, majestad campechana.

-        Lo que me dé la gana. Soy inviolable.

-        ¿Vas a pasar a los bares?

-        No, iré a casa de alguien por sorpresa. A mí siempre me abre. Ten en cuenta que soy el rey que trajo la democracia.

-        ¿Te abre? ¿Quién?

-        Digo en general.

-        Has dicho abre, en singular.

-        Ya estamos otra vez con lo mismo. Te recordé ayer que eres mi única reina.

-        Llévate el móvil por si te pasa algo.

-        No lo necesito porque hace frío y voy directamente a su apartamento.

-        ¿A su apartamento?

-        Es una manera de hablar.

-        Invitarás tú, ¿no? Llévate la cartera.

-        No te preocupes, ayer la llene con fondos reservados.

-        No vengas muy tarde.

-        Según se dé. Igual, ni vengo hasta mañana.

-        Pásatelo bien, mi rey.

-        Pienso pasármelo bárbara.

-        ¿Bárbara?

-        Quiero decir bárbaro. No seas mal pensada, reina mía.

 

 

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