EL PORTAVOZ
Aquella tarde llamaron al
portavoz por teléfono.
- Oye, te
llamo del partido: que vayas a la radio dentro de una hora a defender una bajada
de impuestos que va a aprobar el gobierno mañana por la mañana. Lo que no sé es
de qué impuestos se trata.
- Da igual. Tú
déjalo de mi cuenta. ¿Adónde hay que ir, a la emisora de siempre?.
- Eso es.
Venga, vuela.
El portavoz se ducha, saca del
armario su traje más acorde con la ocasión, se anuda la corbata y sale de casa
en dirección a la radio.
- Hola,
buenas. Venía a lo de la entrevista. Supongo que ya le habrán avisado desde el
partido.
- Desde luego-
responde el presentador. Pase, pase. Dentro de unos minutos estaremos en el
aire.
El portavoz se recoloca la
chaqueta y, a los pocos segundos, le dicen que pase al locutorio porque la
entrevista va a comenzar. Después de la presentación, el entrevistador le
pregunta:
- ¿Qué puede
decirnos de la bajada de impuestos que prepara el Gobierno?
- Bueno… se
trata de una reducción ya anunciada en nuestro programa electoral, que contribuirá a mejorar la economía del
país en la medida que favorece el consumo de las familias; consumo que mejorará
la calidad de vida de todos los españoles; con lo cual pronto verán aumentados
sus niveles de satisfacción, porque lograr la satisfacción de los españoles es
la primera tarea de todo gobierno con sentido común…
En ese momento, desde fuera hacen
una seña al locutor indicándole que interrumpa la entrevista. Se abre la puerta
y entra un empleado de la emisora.
- Llaman al
señor portavoz por el teléfono fijo. Es urgente.
El portavoz sale de la habitación
y se pone al aparato.
- ¿Qué pasa? –
pregunta
- Soy yo otra
vez. Oye tío, que me equivoqué: que en vez de bajar los impuestos, los subimos.
Defiéndelo.
- Hecho
–responde, seguro de sí mismo.
El portavoz vuelve al locutorio y
le cuenta al entrevistador el motivo de la llamada.
- Señores
radioyentes –reinicia el presentador- antes preguntábamos al señor portavoz por
la bajada de impuestos que aprobaría el gobierno, pero resulta que en vez de
bajarlos, los va a subir. ¿Cómo explica esto?
- Muy fácil.
Los impuestos en España son mucho más bajos que en otros países de su mismo entorno
y, por tanto, bajarlos de manera importante no es posible puesto que no hay
margen razonable para ello: enseguida chocaríamos contra el suelo tributario;
suelo tributario que no puede bajarse porque todo suelo es suelo, y debajo del
suelo está el subsuelo, pero esa es otra historia, como usted bien sabe. Para
reducir impuestos, antes hay que subirlos. Es cuestión de sentido común, como
le decía hace un momento, pues sólo desde la altura se baja. Bajar desde la bajura
es tontería, ¿no le parece?.
-
Sin embargo…
-
Veo que lo ha entendido, como también lo habrán hecho
todos los oyentes de esta prestigiosa emisora en la que usted trabaja
magníficamente, por cierto.
-
Ya. Lo que pasa es que choca oírle defender algo y su
contrario en menos de minuto y medio.
-
Es que las cosas son cambiantes, señor mío. Ya lo dijo
el filósofo: Todo pasa, nada es. Y ahora, seguro que me disculpan si les dejo,
porque tengo otro acto a unos cuantos kilómetros de aquí. Buenas tardes.
El portavoz se
levanta, saluda al presentador con una sonrisa elástica y se las pira con sus principios a otra parte a defender lo
que haga falta. Mientras camina hacia el coche. recibe una llamada de
felicitación del presidente de su partido.
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