jueves, 18 de octubre de 2012


A DON CRISTÓBAL MONTORO

El gobierno anda buscando dinero como loco en los caladeros de las clases media y baja. Después de subirnos el IRPF, el IVA, el IBI, el transporte, la luz y el gas; después de introducir el repago sanitario, retirar la ayuda a los dependientes, facilitar los despidos, reducir los salarios, mandar a miles de interinos al paro, etc. etc., y mientras deciden cuándo y cuánto nos bajará las pensiones, usted, don Cristóbal, puede combatir la ansiedad que toda espera produce rebañando aún más los bolsillos más humildes; por ejemplo con la instalación de fontímetros en los grifos de las fuentes (se cobraría por tragos), ludómetros en los columpios, toboganes y balancines de los parques públicos, sombrómetros en los árboles de copa hermosa y banquímetros en los bancos y poyos de las aceras patrias. También ayudaría a cumplir los objetivos del déficit cobrar peaje en los carriles-bici, gravar el cobijo que proporcionan las marquesinas y aplicar un impuesto que actúe como cajón de sastre de ocurrencias futuras (el IOFU). Lo que hay que hacer es darle más el tarro, don Cristóbal, hasta dejarnos secos como la mojama a nosotros, a los de siempre.

En cuanto al capital de los de su clase y condición, ya sabe que una parte de la riqueza la tienen a nombre de testaferros, otra anda dando réditos en paraísos fiscales, y el resto lo invierten en deuda pública, esa por la cual usted les paga de nuestros bolsillos el 6 y pico por ciento de interés con fondos que ellos consiguen solo al 1. En este último caso me estoy refiriendo a sus amigos los banqueros, ya sabe.

Siempre ha habido ricos y pobres, señor Montoro, y aunque no conocemos cuántos hay de cada grupo, lo que es seguro es que con medidas como las que ustedes no se cansan de tomar, en España cada vez hay menos ricos con mayor fortuna y más pobres con menos que llevarse a la boca. Todo un éxito de su política popular.

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