domingo, 7 de octubre de 2012


QUE VENGA DIOS Y LO VEA

             Como el Estado recauda menos de lo previsto, el gobierno decide subir los impuestos a la mayor parte de la ciudadanía, pero esta medida frena el consumo, y con un consumo menor las empresas reducen la producción. Esto conduce a una bajada de salarios y lleva al paro a muchos trabajadores, con lo cual se reducen los ingresos del Estado por impuestos y aumentan los gastos por desempleo, a los que hay que sumar los correspondientes a interinos y contratados laborales del sector público que se han quedado sin trabajo. En conclusión: el gobierno recauda menos que antes, gasta más, deteriora los servicios públicos y eleva el sufrimiento de la mayoría de la población. Si esto tiene algún sentido, que venga Dios y lo vea.

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